Por: Prajwal Chandra, Gerente de Marketing & Comunicaciones de TORSKAL
¿Qué viene a tu mente cuando piensas en la palabra #Oro? Muy seguramente se te viene a la cabeza la imagen de una elegante joya de oro. Ahora bien, ¿qué pensarías si te decimos que este metal precioso actualmente está siendo objeto de investigación en el tratamiento para combatir el cáncer, la segunda causa de muerte en el mundo que hoy en día afecta a más de la mitad de la población?
Sí, efectivamente así es. Este metal precioso, en su forma de nanopartícula, hace parte de la investigación contra el cáncer. Más emocionante aún es saber que el oro ha mostrado tener resultados muy prometedores con menos efectos secundarios y una eficacia más rápida frente a las actuales terapias convencionales contra el cáncer, todo gracias a sus propiedades fisicoquímicas únicas. Antes de profundizar en este tema, veamos brevemente la historia del uso del oro en la medicina.
Uso del oro en la medicina en la antigüedad
“El oro está donde lo encuentras” dice un viejo refrán refiriéndose a que el oro fue descubierto en su forma natural asentado en los ríos de todo el mundo. Debido a su gran resistencia a la corrosión y oxidación, siempre se le ha dado el carácter de eterno al oro, razón por la cual muchas culturas antiguas en India, Egipto y China lo utilizaban en busca de la longevidad. A lo largo de la historia universal, desde Egipto hasta Perú, la humanidad ha adornado sus palacios y templos con este material atemporal, por lo que se estima una extracción total entre 130 y 150 000 toneladas de oro desde el inicio de los tiempos.
La primera referencia al uso del oro en el tratamiento de enfermedades data del año 2500 a. C. por parte de médicos y cirujanos en la antigua China, especialmente para tratar la fiebre, sarampión o infecciones en general.
No obstante, el uso real del oro en la medicina en el mundo occidental comenzó alrededor del año 1300 d. C. con el descubrimiento del agua regia, una mezcla de ácido clorhídrico y ácido nítrico utilizada para disolver el oro. A mediados del siglo XVII, Nicholas Culpepper, alquimista inglés, recetaba la ingesta de una solución de oro potable para tratar cualquier afección producida por cambios en los signos vitales, como náuseas, desmayos, fiebre y epilepsia.
Retomemos el uso del oro en el tratamiento del cáncer…
Actualmente, se estudia el uso de nanopartículas de oro (cuyo tamaño oscila entre 1 y 100 nanómetros) como transportadores de fármacos, agentes de contraste y radiosensibilizadores, perfilándose como un posible agente terapéutico en la lucha contra el cáncer.
Se ha demostrado que el oro coloidal (suspensión coloidal de nanopartículas de oro en un líquido, generalmente agua) presenta una resonancia de plasmones de superficie localizados (RPSL), lo que significa que las nanopartículas de oro absorben la luz en longitudes de onda específicas y así adquieren propiedades fotoacústicas y fototérmicas, por lo que podrían ser útiles en tratamientos hipertérmicos contra el cáncer y en la obtención de imagenología médica.
Es posible administrar el oro de forma gradual por todo el cuerpo, para luego localizarse en los tumores y eliminarse de forma segura a través de la orina, al sintetizar el material a escala nanométrica. En ensayos clínicos realizados alrededor del mundo, se ha observado que el uso de la tecnología de nanopartículas de oro mejora la calidad de vida de los pacientes y reduce la posibilidad de dañar las células sanas durante la terapia para tratar diversos tipos de cáncer, a diferencia de la quimioterapia que mata tanto las células sanas como las cancerosas, lo que genera graves efectos secundarios. Asimismo, las nanopartículas de oro presentan las siguientes ventajas cuando se combinan junto con la terapia fototérmica (PTT en inglés) en el tratamiento contra el cáncer:
- Pueden administrarse de forma localizada en el tumor, con lo que se limita la distribución no especificada.
- Pueden activarse mediante láser infrarrojo cercano (NIR en inglés), a fin de penetrar con mayor profundidad en los tejidos.
“En efecto, el oro es uno de los metales más biocompatibles, ya que no provoca ningún tipo de reacción adversa ni tóxica al entrar en contacto con la piel, los tejidos o los órganos internos”.
Con un resultado tan positivo y prometedor en el área de la medicina, sin duda la demanda de oro se ha disparado, lo que supone una gran oportunidad para que las empresas mineras de oro entren a jugar un papel muy importante en las futuras cadenas mundiales de suministro. Aquí es donde una iniciativa como Fairmined desempeña un papel esencial, no solo con su aporte a la cadena mundial de suministro de oro, sino también con las formas en las que se extrae el oro.
Fairmined es un sello de garantía con el que se certifica que el oro proviene de organizaciones mineras artesanales y de pequeña escala responsables y empoderadas que cumplen con los estándares mundiales más importantes en cuanto a prácticas responsables se refiere. Asimismo, contribuye a la transformación de la minería en una fuerza positiva y activa, con lo que se garantiza el desarrollo social y la protección del medio ambiente, a fin de proveer oro del cual estar orgulloso.
Precisamente, uno de los clientes de Fairmined es TORSKAL, una empresa francesa de biotecnología considerada como “pionera de la nanotecnología verde” que se dedica al diseño de novedosas nano partículas de oro mediante un proceso patentado y respetuoso con el medio ambiente, que a su vez se basa en la química verde que aprovecha los extractos de plantas medicinales del océano Índico para tratar varios tipos de cáncer.
“Asimismo, TORSKAL es la única empresa en el mundo que diseña nanopartículas de oro con oro ético y responsable de Fairmined”.
Las nanopartículas de oro patentadas y producidas por TORSKAL mediante química verde presentan las siguientes ventajas en el tratamiento para combatir el cáncer:
- Menos efectos secundarios en el paciente
- Dosis única para destruir las células cancerosas
- Libre de tóxicos, ya que se producen con base en química verde
Imagen: Nanopartículas de oro patentadas por TORSKAL y sintetizadas a partir de química verde (solución púrpura), extracto vegetal liofilizado, polvo vegetal y hojas vegetales secas.
Si bien el mercado de la nanotecnología está apenas empezando, muchas empresas de biotecnología ya se encuentran investigando y progresando en esta área, por lo que TORSKAL se considera un precursor que aportaría algunas ventajas adicionales importantes como menor toxicidad, mayor estabilidad, monitoreo y combinaciones funcionalizadas, entre otras.
Actualmente, TORSKAL se está abriendo camino en la realización de ensayos clínicos a través del Proyecto Nanotheranostics (NT1), con el que apunta tratar el cáncer de piel mediante fototerapia plasmónica inducida por radiación de láser infrarrojo cercano (NIR en inglés) con nanopartículas de oro, la cual se someterá a ensayos clínicos en 2022.
Imagen: Nanopartículas de oro patentadas por TORSKAL y sintetizadas a partir de química verde (solución púrpura), extracto vegetal liofilizado, polvo vegetal y hojas vegetales secas.
Imagen: Nanopartículas de oro patentadas por TORSKAL y sintetizadas a partir de química verde (solución púrpura), extracto vegetal liofilizado, polvo vegetal y hojas vegetales secas.
Interesante, ¿no?
En nuestro próximo artículo, veremos en detalle los avances de TORSKAL y su investigación sobre el uso de sus exclusivas y patentadas nanopartículas de oro en el tratamiento del cáncer de piel y otros tipos de cáncer más profundos. Asimismo, veremos las grandes ventajas que presenta este metal tan valioso (el oro) en comparación con la quimioterapia y los actuales tratamientos contra el cáncer.
