Por: Jonathan González, Responsable de Desarrollo de Mercados en la Alianza por la Minería Responsable
¿Sus prácticas de abastecimiento de material respaldan lo que dice sobre ser sostenible? Afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria.
En abril de 2021, el mundo vio una campaña muy interesante por la Humane Society International (HSI) en la que empatizamos profundamente con ‘Ralph el conejo’ y cómo estaba afectado por pruebas químicas en la industria cosmética. La mayoría de nosotros sintió una fuerte indignación y empezó a revisar en sus baños si acaso había alguna etiqueta o logotipo en nuestros productos que pudiera hacernos sentir mejor con nuestra decisión de compra. “¡Por favor no me digan que que un conejo tuvo que sufrir para que yo pueda tener mis dientes limpios!” La triste realidad es que eso es lo más probable si tu pasta de dientes no incluye alguna etiqueta que certifique que ningún animal fue torturado para la elaboración de ese producto, y que además sea una declaración respaldada por organizaciones como PETA, CCF o Leaping Bunny. Gracias a campañas como esta, hay más conocimiento frente a la problemática y algunas respuestas a la pregunta “cómo podemos darnos cuenta?”
Algo similar puede suceder con joyeros y trabajadores expuestos a los impactos negativos de la minería de oro, especialmente mineros/as artesanales y de pequeña escala que dependen económicamente de esta actividad y están llamados a adoptar prácticas responsables. “Por favor, no me digan que un niño de 12 años sin equipo de seguridad, minó el oro en estas argollas que creé”. Bueno, ¿Cómo puedes estar seguro? ¿Es tu cadena de suministro transparente al respecto?
La sostenibilidad y responsabilidad social corporativa en la industria joyera es más popular que nunca antes, y se está convirtiendo en un aspecto crucial para las propuestas de valor de las marcas, lo cual se relaciona con la tendencia de que los consumidores se están preocupando cada vez más y prestando más atención cuando una marca declara ser ‘sostenible’ o que se ‘abastece de forma ética’ de metales y gemas. Simultáneamente, diferentes organizaciones, como el Jewelry Vigilance Committee (JVC) o la Comisión Europea, trabajan para proteger a los consumidores del ‘greenwashing’; después de todo, como se dice en ambiente más científicos: “Afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria”.
Cuando una marca de joyería afirma usar materiales sostenibles
De acuerdo a la definición de las Naciones Unidas (ONU), el desarrollo sostenible se refiere a satisfacer las necesidades actuales de de la humanidad sin comprometer los recursos de las generaciones futuras, al tiempo que se armonizan tres elementos fundamentales: crecimiento económico, desarrollo social y protección ambiental. Estos elementos se interconectan y son cruciales para el bienestar de los individuos y las sociedades.
En la página web de la JVC, sostenibilidad en el contexto de la joyería se refiere a “producir de una manera que considere impacto social, ambiental y económico, trabajando activamente para asegurar que las prácticas con las que se obtiene el material limiten impactos negativos y busquen crear beneficios tanto como sea posible.” Con claridad en esta definición, me pregunto si las marcas de joyería que afirman ser ‘sostenibles’ al obtener metales y gemas, identifican CÓMO a través de esto están creando beneficios bajo esos tres elementos.
A menudo vemos el uso exclusivo de oro reciclado como algo ‘sostenible’, cuando en realidad lleva a las marcas a desentenderse de comunidades mineras que necesitan ese desarrollo; de manera que comprometerse a usar oro reciclado exclusivamente puede ser diferente de ser ‘sostenible’ si no se conoce quién lo extrajo en primer lugar y bajo qué circunstancias, la energía requerida para refinarlo e ignorando que millones de personas dependen de la minería a pequeña escala para su sustento.
Una aproximación más cercana a la sostenibilidad puede ser obtener oro certificado de comunidades mineras que han demostrado llevar su actividad de manera responsable, asegurando salarios justos, protegiendo los derechos humanos y el ambiente. La minería de oro responsable puede proveer algo que el oro reciclado no puede probar tan fácilmente, impacto positivo para mineros artesanales y de pequeña escala.
“Nuestros materiales fueron obtenidos de forma ética” ¿Qué quiere decir eso?
La ética es un término complejo que no debería ser tomado a la ligera ya que se podría argumentar que cada uno tiene sus propios principios y valores. Sin embargo, en un intento para definirlo, podríamos decir que se refiere a la manera como las compañías y marcas toman decisiones, y si se toman basadas en un propósito fuerte y un conjunto de valores claro. En otra palabras, qué le importa a una marca y qué consideran que es bueno o malo.
Esto es importante porque muchas compañías afirman ser éticos al abastecerse de materiales pero, desafortunadamente, muchas fallan en aportar evidencia para apoyar esta afirmación, dejándolo en una palabra agradable que a los consumidores les gusta escuchar pero que no se traduce en transparencia de su cadena de suministro. Puede que una marca establezca su cadena de suministros de acuerdo a sus valores, pero ¿Están dispuestas a asumir responsabilidad y demostrar cómo esas decisiones y las decisiones de sus proveedores, generan un impacto de verdad?
¿Qué hay de la responsabilidad social?
Cuando una compañía de cualquier tamaño busca ser socialmente responsable, es principalmente porque tiene claridad en el impacto que su actividad tiene en las personas y el planeta, y busca mitigar los impactos negativos mientras fortalece los positivos. En el contexto de cadenas de suministros, una marca de joyería que afirma ser responsable debería tener en cuenta el impacto de lo que hace y la manera como lo hace en cada paso de la cadena, idealmente haciendo trazabilidad hacia los trabajadores y mineros involucrados en la extracción de sus materiales.
¿Cómo hacer una afirmación honesta y confiable?
La industria, incluyendo los consumidores, están solicitando cada vez más transparencia y evidencias sobre las afirmaciones alrededor de la sostenibilidad, ética y responsabilidad; así que, ¿cómo las marcas pueden probarlas?
Obtener una certificación de una organización reconocida por la industria es considerado como un buen primer paso, sin embargo hay que revisarlo en detalle. Certificaciones e iniciativas como Fairmined, RJC, Fairtrade y Positive Luxury, entre otras, están disponibles para compañías que deseen alinearse con criterios que puedan usarse en afirmaciones hacia el público. No obstante, hay que tener en cuenta lo que la certificación implica, y si es coherente con lo que se quiere afirmar.
Por ejemplo, afirmar que se obtiene oro de proveedores certificados por RJC le dice a los consumidores que sus procesos se alinean a su certificación de Cadena de Custodia o a su Código de Prácticas, no obstante, esto puede ser muy amplio en términos de sostenibilidad e impacto si no se explica la procedencia de los materiales y si son por ejemplo metales reciclados o minados responsablemente. Las afirmaciones sobre RJC son positivas pero necesitan ser explicadas a profundidad sobre el origen y su impacto si lo que se quiere es ser llamado legítimamente como una ‘marca sostenible’ Decir “somos certificados RJC” o que un proveedor lo es, es diferente de decir que la marca es sostenible por esa razón. En caso tal, se debe explicar más.
En lo que tiene que ver con origen, sellos como Fairmined permiten ser transparentes en relación a las condiciones de extracción auditadas bajo un estricto estándar. Las auditorías externas son fundamentales para distinguir una certificación de un acto de ‘greenwashing’, más aún cuando hay cada vez más iniciativas afirmando alineación con prácticas responsables y a las guías de la OCDE, pero no todas cuentan con una auditoría externa confiable para sustentar. Las minas artesanales y de pequeña escala certificadas con el estándar Fairmined reciben una auditoría externa e independiente con acompañamiento regular de un equipo técnico.
Si una marca de joyería desea contribuir, tiene varias opciones. Al final del día, la mayoría de nosotros busca ser mejores e intenta no hacer daño a otros mientras hacemos lo que nos apasiona. Sin embargo, la responsabilidad demanda que las buenas intenciones se traduzcan en impacto real que pueda ser demostrado, sin engañar a aquellos que ponen su confianza en nosotros.